Hoy en día los medios de comunicación deben desempeñar una función social al servicio del público al que se dirigen, especialmente durante sucesos de gran impacto, como las crisis humanitarias y las catástrofes naturales.
Durante este período de desequilibrio social, la propagación de imágenes, videos e información engañosa se intensifica y provoca una falsa ilusión de la verdad y realidad, coadyuvando a que la calidad de la información sea sacrificada por la inmediatez y el consumo masivo.