Crisis en Haití: Las pandillas se toman Puerto Príncipe, capital haitiana.
Las protestas y niveles de violencia han ido en aumento en los días previos al 7 de febrero. Foto: EPA/EFE (créditos)
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En las últimas semanas, la crisis humanitaria en Haití ha empeorado significativamente. La situación se agravó después de que grupos pandilleros facilitaran la fuga masiva de reclusos y exigieran la renuncia del primer ministro del país, Ariel Henry.
Desde el fallecimiento del presidente Jovenel Moïse, la violencia ha sido generalizada en todo el país. Las múltiples protestas, violencia desmesurada y la conformación de grupos armados han provocado que Haití -el país más pobre de América- se encuentre en una crisis humanitaria agravada.
La crisis institucional y democrática se ha deteriorado significativamente en los últimos años. El fallecido mandatario no ha sido reemplazado y no se han celebrado elecciones desde 2016.
Según un acuerdo elaborado tras la muerte de Moïse, estaba previsto que se celebrarían elecciones para escoger nuevas autoridades y Ariel Henry -primer ministro-, quien ocupa el cargo sin haber votado en las urnas, debía dimitir el 7 de febrero, pero eso no sucedió.
Crisis Humanitaria: pandillas, guerras y violencia
Haití lleva años inmerso en agudas crisis políticas, económicas, de salud y de seguridad que han polarizado a la ciudadanía y exacerbado la violencia. Si bien las pandillas han jugado un papel determinante en la sociedad haitiana, la violencia alcanzó niveles inimaginables con el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021.
El vacío de poder estatal ha provocado que las pandillas puedan acceder y tomar cada vez más territorio e influencia. Se estima que las pandillas en Haití han obtenido el control de aproximadamente el 80% de Puerto Príncipe en los últimos años.
Esto sumado a que el país no ha celebrado elecciones parlamentarias ni generales desde 2019 y ya no hay funcionarios electos, pues el mandato de los anteriores se agotó. Según los últimos acontecimientos, dos prisiones -una en Puerto Príncipe, la capital del país, y otra en la comuna vecina de Croix des Bouquets- fueron tomadas por grupos armados.
Las pandillas, que están en guerra entre ellas, asumieron ya el control de Haití. Tras asaltar la penitenciaria nacional, liberaron alrededor de 3.696 presos que ahora siembran el terror en las calles.
Según International Crisis Group, más de 200.000 haitianos se encuentran ahora desplazados, mientras las pandillas se apoderan de barrios, vías públicas y combustible. Depósitos: asfixiando el suministro de alimentos y otros artículos de primera necesidad para las personas más necesitadas.
Después de que el presidente electo Nayib Bukele, a través de su cuenta X (antes Twitter), publicara “podemos arreglarlo. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y todos los gastos de la misión que cubrir” la crisis ha tenido mayor visibilidad mediática.